¿Qué es el zika?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha afirmado a principios de esta semana que el virus del zika representa una emergencia de salud pública de importancia global. Esta declaración impulsará la puesta en marcha de mecanismos de coordinación internacional para hacer frente a la propagación del virus.
Según ha señalado la directora general de la OMS, Margaret Chan, en declaraciones recogidas por el periódico El País, la emergencia no se plantea “por el virus del zika en sí mismo, sino por su asociación con la microcefalia y otros trastornos neurológicos, como el síndrome de Guillain-Barré”. La declaración es, según Chan, una medida de precaución: “No podíamos esperar a que se demuestre la relación”, ha afirmado.
La enfermedad causada por el zika es conocida desde hace años. Según explican desde la OMS, el virus del zika se identificó por primera vez en macacos en 1947, en Uganda, a través de una red de monitoreo de la fiebre amarilla selvática. Posteriormente, en 1952, se identificó en el ser humano en Uganda y la República Unida de Tanzania. Posteriormente, se han registrado brotes de enfermedad por este virus en África, las Américas, Asia y el Pacífico.
El zika se transmite mediante picaduras de mosquitos del género Aedes y, según indican las últimas investigaciones, también se puede contraer por transmisión sexual. No está claro cuál es el periodo de incubación de la enfermedad (el tiempo transcurrido entre la exposición y la aparición de los síntomas) causada por el virus, pero se calcula que es de pocos días. Sus síntomas son fiebre, erupciones maculopapulares, conjuntivitis, mialgias, artralgias, malestar y cefaleas; suelen durar entre 2 y 7 días.
Durante los grandes brotes que se han producido en la Polinesia francesa en 2013 y el Brasil en 2015, las autoridades sanitarias estatales notificaron potenciales complicaciones neurológicas y autoinmunes. Recientemente, las autoridades sanitarias brasileñas han observado un aumento de las infecciones por este virus en la población general, así como un incremento de los recién nacidos con microcefalia en el nordeste del país.
Los organismos que están investigando estos brotes están encontrando pruebas cada vez más numerosas de una relación entre el virus del zika y la microcefalia, aunque son necesarias más investigaciones para comprender esa relación. Asimismo, se están investigando otras causas posibles.
Por el momento, no hay vacunas ni tratamientos específicos para esta enfermedad. La mejor forma de prevenirla consiste en la protección frente a las picaduras de los mosquitos.