Depresión postvacacional: cómo evitarla
¿Ya has vuelto de vacaciones? ¿Sientes que no tienes ganas de ir a trabajar y añoras lo que has estado haciendo durante los días de desconexión laboral? Es normal. Durante el periodo vacacional nuestra mente y nuestro cuerpo se relajan y desaparece la sensación de estrés, por lo que la vuelta a la rutina puede generar cierta añoranza y malestar.
Sin embargo, si ya han pasado una o dos semanas desde tu regreso a la rutina y sientes ansiedad y desánimo, no descansas bien, te irritas con facilidad ante cualquier situación, estás triste, etc., puede que estés pasando por lo que se conoce como depresión postvacacional.
Este trastorno adaptativo afecta aproximadamente a un 30% de la población tras la vuelta de vacaciones. Es posible evitarlo o minimizar su intensidad siguiendo algunos consejos:
- • Volver a casa unos días antes de empezar a trabajar: te ayudará a adaptarte mejor y a que el cambio de rutina no sea tan brusco.
- • Evitar pensamientos negativos del tipo “Todavía queda mucho para las próximas vacaciones” o estar demasiado pendiente del calendario para ver el siguiente día festivo.
- • Una vez ya en el puesto de trabajo, intentar tomárselo con calma y dedicarse primero a las tareas más motivadoras o que menos dificultad o nervios nos generen.
- • Dormir adecuadamente. Descansar entre 7 y 8 horas es fundamental para mantener la energía y un buen estado de ánimo.
- • Realizar actividades saludables, como la práctica de deporte, que ayuda a aliviar las tensiones generadas durante el horario laboral.
- • Repartir los días de vacaciones a lo largo del año, ya que tras estancias prolongadas es más difícil reincorporarse al trabajo.
La clave, pues, para evitar o combatir la depresión postvacacional es tomarse la vuelta al trabajo de la manera más positiva posible y llevar hábitos saludables que ayuden a mantenernos con fuerza física y mental.